viernes, 2 de octubre de 2009


Un Camino Al Infierno

Hola a todos, esta es la realidad de un grupo de jóvenes de un colegio oficial en Palmira, como hay muchos en Colombia y en el mundo. En este se trata de un tema muy usado si, pero muy cotidiano y es el del consumo de drogas ilícitas y la adicción ligera a la que va sometiendo a sus interesados. El personaje principal es Nallely, una joven normal, de buenos modales, alegre, llena de deseos de vivir, hasta que, lentamente sin ella darse cuenta, la droga la consumió. Comenzó con un pequeño obsequio de un amigo. Después, pensó que lo podría manejar. Al fin, se moría sin droga. Nallely luchaba por dejarlo, pero su necesidad era más fuerte que su voluntad. Desde su interior se alentaba. Cada día una nueva intención. Cada día una nueva caída. La droga, enviciándola, la había atrapado, rompiendo su vida en mil pedazos.

Antes que nada, quiero avisarles que lo que sigue no es apto para impresionables y que el uso de ciertas palabras puede afectar la moral del lector. Ya avisados y prevenidos paso a contarles una historia de las muchas que se tejen en un grupo de jóvenes que viven en la fantasía para escapar de la realidad.

A Nallely la traicionó la curiosidad. No sabía por qué muchos compañeros mantenían alegres, al enterarse que fumaban marihuana, solo supo que debía probarla, sin pensar que esta se posesionaria de su cuerpo y mente.

Nallely alega que cayó en las drogas por ignorancia. A su edad no le habían explicado que los estupefacientes cambian la vida de cualquiera. “Cuando empecé mi adicción a las drogas tenía 15 años de edad. No entendía por qué a mis compañeros les gustaba, entonces decidí probarla para darme cuenta. Les pedí a varios pero ninguno quiso darme, hasta que un día, uno que en ese momento considere mi mejor amigo me regalo. La primera vez que la probé descarté los mitos de que a uno lo ponía loco, más bien me sentí relajada y con unas ganas enormes de reírme”, no sentir la saliva fue lo que más la impacto.

En el colegio crearon un grupo, los cuales habían creado el lugar de encuentro, cerca al colegio, en un parque allí arrinconados pasaban largas tardes los seis adolescentes: Carlos (Pinocho), alto, y narizón , dieciséis años, secundaria con dos años repetidos; Mauro, circulando vertiginosamente hacia un alcoholismo desenfrenado; Felipe ( Pipe ), diecisiete años de fracasos, zapatillas rotas y pelo desgreñado; Esteban, rubio, mirada amenazadora, desde que su madre gozaba de su tercera pareja prácticamente vivía allí, entre el parque y el colegio, al cual solo iba para que su madre pensara que estudiaba ; Alex, pelo ensortijado con trencitas, la “loca” del grupo, siempre con pantalón y camisa de mangas largas, el único que no consumía y proveedor del grupo y por supuesto Nallely la única mujer del grupo, obesa y dispuesta a cualquier plan con tal de no estar en la casa, la cual la aburría sobremanera, la cantaleta por su físico la mantenía alejada de ella. No le molestaba, entre comillas que la llamaran “Peggy”, pero en el fondo era lo que no quería oír. Su padre siempre borracho sin tiempo para ella, creía que era suficiente con darle de tragar.

A ellos hace rato que ha dejado de incomodarlos las miradas de los vecinos. Lo único que los preocupaba era tener marihuana y algo más. Al principio quizás las miradas también formaran parte del arrinconamiento, pero ahora ya eso no importa. No querían estudiar porque el colegio era la hipocresía institucionalizada, los profesores solo sirven para dictar unas normas que ni ellos pueden cumplir; y no querían trabajar porque el trabajo era la versión políticamente correcta de la esclavitud, son felices solo pasando el tiempo. Sus vidas era la calle, el colegio solo un tramite para los bobos.

Nallely, en su delirio, se siente con la droga una mujer espectacular, aceptada por los demás, el faltar al colegio de vez en cuando no le preocupa, luego solucionara ese asunto, la vida debe mejor vivirla sin normas y no estresarse por bobadas.

Cierto día llega al grupo Sebastián “la zorra”, Nallely se siente halagada por que este se fija en ella, esta buscando que la vacunen comentan los otros amigos, ella hace caso omiso a sus comentarios sumergiéndose en un romance con él, experimentando algo nuevo, le dio a probar cocaína y sólo puede decir que le fascinó. Se sintió súper enérgica y animada, tal como si fuera la dueña del mundo. Sin sospechar que no podría controlar su consumo, ni lo que haría bajo los efectos de este; poco a poco Sebastián logra controlarla, solo recuerda que un día sintió como el miraba sus florecientes pechos, y empezaba a erectarse, el nota su indecisión entonces la invita a un paseo al rio, allí se drogan y no se entera ni como pierde la virginidad solo sabe que el la hacia sentir una reina. Para ella el era su héroe hasta que se entera de que su héroe tenia mas de una reina, por algo le decían “la zorra”, se siente utilizada; es cuando decide no amar a nadie y entregarse a la pasión, se acostaba con el que fuera por necesidad de la droga, no sabe con cuantos estuvo, solo que un día se entera que está en embarazo, lo cual no estaba en sus planes, razón por la cual decide abortar enterándose que no es la única novedad en su vida, el médico le confirma que es portadora del virus del sida, ya la vida no tiene sentido, debe vivir lo poco que le queda al máximo. La enfermedad la obliga a que en muchas ocasiones se haga un replanteamiento de su vida, pero es algo que no quiere afrontar. Nunca pensó que llegara el momento que no pudiera controlar el deseo de consumir, lucho por salir del control, de las normas… y ahora la droga controla su vida. Nada la motiva más que consumir, presa de sus mentiras, del robo de las cosas de su casa, de días sin aparecer, la culpable de los llantos de su madre…una agonía que poco a poco mata su vida. Nunca pensó llegar a una vida donde nadie la puede sacar de ahí. Su carácter comienza a cambiar, se irrita fácilmente y evade toda conversación sobre alcoholismo y drogadicción al sentirse agredida. De andar bien vestida ahora anda desarreglada y engañándose a sí misma cuando en realidad sus padres y familiares ya saben de su problema. Muchas veces con los amigos han robado a los que pasan por el parque, otras veces se roban las señales de transito, en ese momento todo era un juego, la conversación vacía llena su tiempo, espera siempre junto a sus amigos que Alex llegue con la droga, cuando lo ven llegar comienza la fiesta para ellos, se derrumban sobre la hierba, y comienza su viaje a la fantasía. Sin un plan definido, sin esperanzas ni deseos, es zarandeada continuamente por los avatares del destino y del azar en un intento fútil de escapar de una vida aburrida y convencional, que le trajo como premio una enfermedad mortal. Con aquellos amigos la droga les trae algo en común; la falta de amor a las familias, un ritual que culmina en una sensación de estar mejor, se meten cada vez mas profundamente en un mundo de oscuridad, se planean atracos, se burlan de la ley. Sus padres hartos de sus llegadas tarde y desafío a sus valores la envían a la calle.

Allí conoce a otro joven estudiante del colegio donde ella hasta hace algún tiempo asistía, el es conocido de su grupo de amigos, poco a poco toma el mando del grupo, era inteligente y tenia don de gentes, en el colegio era el mejor; en su casa, el hijo modelo; con ellos, una especie de Dios al que obedecían. El también consumía pero en pequeñas cantidades, su pasión era planear robos donde todos participaban menos el, así empezó la odisea de ellos por el mundo de las inspecciones de policía, cada rato los cogían, pero por ser menores de edad los soltaban al otro día. Hasta que cierto día le dan un arma para atracar, por ser mujer le quedaría más fácil cargarla sin despertar sospecha, resuelve atracar a un señor que ve de traje, al exigirle que le entregue lo que carga, este le tira el dinero diciéndole que no tiene la culpa que nadie la quiera, despierta en ella en ese momento todas sus frustraciones y le dispara muchas veces, queriendo silenciar su propia mente que muchas veces le repetía “ a ti nadie te quiere”; matándolo, es entonces detenida por la policía.

MEJOR DE LOS ESCENARIOS
Pese a su desgracia, no dejaba de consumir drogas hasta que un día después de salir de prisión, decidió que ya no quería vivir no estaba haciendo nada en esta vida, era prácticamente una lacra social y cuando se sintió completamente decepcionada y dispuesta a tomar la decisión fatal, fue a una iglesia que había visto por allí , quería despedirse de ese Dios del que algún día le hablaron pero que se había olvidado de ella, ya que nunca lo sintió , en ese lugar encuentra a una joven a la cual le cuenta lo que quería hacer, le narra breve y atropelladamente todo lo que le había acontecido. Pero ella la convence de desistir diciéndole que tenía una última oportunidad, que nunca es tarde para comenzar de nuevo, que debía resucitar a la Nallely que daban por muerta.

Hoy, con gran satisfacción y orgullo puede decir que esta comprometida, convencida de que su predicación es a través de la vida; sus armas, denunciar la opresión que trae la droga, la cual no permite la construcción de la justicia y arrebata el sentido de la vida a nuestra sociedad, anunciando que la muerte no tiene la última palabra sino la vida. Se puede escapar de la droga pero es mejor no probarla ya que la lucha es muy dura.

PEOR DE LOS ESCENARIOS
Pese a su desgracia, no dejaba de consumir drogas hasta que un día después de salir de prisión, decidió que ya no quería vivir no estaba haciendo nada en esta vida, era prácticamente una lacra social, estuve sola ese día ...lloro; lloro sangre de su alma; se acostó en el parque donde muchas veces se drogo y planeo la muerte ideal para la tragedia, se dirigió a conseguir los elementos necesarios para su despedida; una jeringa y cianuro fueron suficientes para inyectarlos en sus venas y acabar en un instante con esa vida que carecía de sentido para ella.